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Foto de familia. Antiguos miembros del Coro San Guillermo de Cistierna celebrando el 50 Aniversario de su fundación |
Por cuarto año consecutivo,
antiguos miembros del Coro San Guillermo nos dimos cita en Cistierna para celebrar el IV Encuentro Anual, coincidiendo con el
50 Aniversario de la fundación de la
formación musical. Alrededor de 40 personas participaron en las actividades
programadas pero un grupo más numeroso de familiares
y amigos quiso acompañarnos en alguno de los actos de la tarde, como la
celebración de la misa, oficiada por Joaquín
de Prado. Poco después, la fiesta se trasladó a un restaurante de la
localidad, donde celebramos una cena en la que no faltó la música ni los bailes
tradicionales.
Al finalizar la cena, los
asistentes visionaron un vídeo con imágenes
que recogen buena parte de la historia del grupo y recibieron un marcapáginas conmemorativo diseñado para la ocasión.
Muchos han sido los antiguos
miembros del Coro San Guillermo que
no han podido participar este año del Encuentro Anual y de la celebración del
50 Aniversario. Buena parte de ellos se encuentra ahora en distintos puntos de
la geografía nacional o en diferentes países, pero para ellos hay en cada cita
un recuerdo especial. Por contra, y
como si se tratase de una compensación, cada año se suma a la fiesta algún
amigo más, lo que hace que el grupo sea cada vez más numeroso.
Son precisamente los lazos afectivos los que permitieron el
primer encuentro, hace ahora cuatro años, para celebrar entonces las bodas de oro del cantamisas de Joaquín de Prado, fundador del Coro San Guillermo.
Desde entonces, cada mes de agosto los amigos
nos reunimos para recordar la época de ensayos, actuaciones y diversión que nos
proporcionó nuestra pertenencia a la agrupación.
Y siguen siendo los afectos
los que nos convocan cada año, porque la pertenencia al Coro no ha sido sino
una excusa más para la reunión y el
recuerdo, para convivir y festejar.
Por eso nos encontramos periódicamente -sin
importar edad ni condición- para evocar algunos de los mejores momentos de
nuestras vidas y estrechar aún más los lazos
que desde hace décadas nos unen.
Los
vínculos que se crearon –animados por la música y el floclore- siguen uniéndonos hoy, sin importar la etapa
en la que pasamos por el Coro, puesto que aquella experiencia se alimentó de un
flujo constante de gente, conectada por
la música y la amistad.
Esos sentimientos son los
que nos permiten regresar cada año para disfrutar de los valores que
ejercitamos antes y después de nuestra pertenencia al que, sin duda, fue el fenómeno musical y de convivencia más
importante para los jóvenes –y no tanto- de la comarca.
Eso
es lo que nos importa; eso es lo que nos une, por eso esperamos
impacientes el próximo agosto, el próximo encuentro, para disfrutar de nuevo con los
amigos que se van incorporando.
Nos vemos pronto.