martes, 27 de agosto de 2013

IV ENCUENTRO ANUAL. AGOSTO 2013. LOS LAZOS DE LOS AFECTOS


Foto de familia. Antiguos miembros del Coro San Guillermo de Cistierna celebrando el 50 Aniversario de su fundación
 
Por cuarto año consecutivo, antiguos miembros del Coro San Guillermo nos dimos cita en Cistierna para celebrar el IV Encuentro Anual, coincidiendo con el 50 Aniversario de la fundación de la formación musical. Alrededor de 40 personas participaron en las actividades programadas pero un grupo más numeroso de familiares y amigos quiso acompañarnos en alguno de los actos de la tarde, como la celebración de la misa, oficiada por Joaquín de Prado. Poco después, la fiesta se trasladó a un restaurante de la localidad, donde celebramos una cena en la que no faltó la música ni los bailes tradicionales.

Al finalizar la cena, los asistentes visionaron un vídeo con imágenes que recogen buena parte de la historia del grupo y recibieron un marcapáginas conmemorativo diseñado para la ocasión.

Muchos han sido los antiguos miembros del Coro San Guillermo que no han podido participar este año del Encuentro Anual y de la celebración del 50 Aniversario. Buena parte de ellos se encuentra ahora en distintos puntos de la geografía nacional o en diferentes países, pero para ellos hay en cada cita un recuerdo especial. Por contra, y como si se tratase de una compensación, cada año se suma a la fiesta algún amigo más, lo que hace que el grupo sea cada vez más numeroso.

Son precisamente los lazos afectivos los que permitieron el primer encuentro, hace ahora cuatro años, para celebrar entonces las bodas de oro del cantamisas de Joaquín de Prado, fundador del Coro San Guillermo. Desde entonces, cada mes de agosto los amigos nos reunimos para recordar la época de ensayos, actuaciones y diversión que nos proporcionó nuestra pertenencia a la agrupación.

Y siguen siendo los afectos los que nos convocan cada año, porque la pertenencia al Coro no ha sido sino una excusa más para la reunión y el recuerdo, para convivir y festejar. Por eso nos encontramos periódicamente -sin importar edad ni condición- para evocar algunos de los mejores momentos de nuestras vidas y estrechar aún más los lazos que desde hace décadas nos unen.

Los vínculos que se crearon –animados por la música y el floclore- siguen uniéndonos hoy, sin importar la etapa en la que pasamos por el Coro, puesto que aquella experiencia se alimentó de un flujo constante de gente, conectada por la música y la amistad.

Esos sentimientos son los que nos permiten regresar cada año para disfrutar de los valores que ejercitamos antes y después de nuestra pertenencia al que, sin duda, fue el fenómeno musical y de convivencia más importante para los jóvenes –y no tanto- de la comarca.

Eso es lo que nos importa; eso es lo que nos une, por eso esperamos impacientes el próximo agosto, el próximo encuentro, para disfrutar de nuevo con los amigos que se van incorporando.

Nos vemos pronto.

IV ENCUENTRO ANUAL. AGOSTO 2013 (II)

Después de la misa, la cena, que cada año animamos con música y bailes hasta bien entrada la madrugada.
 
Si no hubiese complicidad, amistad y compañerismo no podrían verse estas imágenes.
 

 






Vecinos, familia, amigos; esto son nuestros Encuentros

















 
De cualquier edad, de cualquier época





Las tres Mª Jesús, otro clásico





Veteranos, incombustibles




Tio y sobrino, unidos también por la música







Los asistentes recibieron un marcapáginas conmemorativo

 Los pupilos alrededor del "maestro"















Los veteranos



Angel Corral, el veterano con espíritu más joven

Joaquín de Prado, fundador y "maestro"

La fiesta
















Fiesta, música y alegría; disfrutando





Y los bailes tradicionales, para recordar





IV ENCUENTRO ANUAL. AGOSTO 2013 (I)

Para celebrar nuestro IV Encuentro Anual y el 50º Aniversario de la fundación del Coro San Guillermo, una misa cantada, como hacíamos al principio. Nos acompañaron familiares y amigos.





El coro, recordando viejos tiempos


La bandurria, flores y una cinta de colores; las ofrendas





Las manos de Angel Corral, un veterano, sujetando la pandereta; no se entiende una sin el otro